La visita hoy de los príncipes de Asturias a las obras del Metro de Panamá y de la ampliación del Canal puso el broche a una visita oficial de marcado sesgo económico en la que han comprobado que este país se ofrece como próspera tierra de oportunidades para empresas y profesionales españoles.
Las dos infraestructuras públicas más importantes emprendidas por el Gobierno de Ricardo Martinelli, construidas con participación de firmas españolas, dan idea de la capacidad que tienen las empresas españolas para afrontar grandes retos.
Ya lo había proclamado el heredero de la Corona española en la primera jornada de este viaje oficial a Panamá ante directivos de entidades españolas asentadas en el país centroamericano.
"Es un hecho bien conocido que nuestras firmas y profesionales están altamente capacitados para atender las necesidades de los mercados exteriores y que se han convertido en líderes mundiales en muchos sectores", dijo ante ocho ministros panameños.
El príncipe Felipe y la princesa Letizia se desplazaron primero al lugar donde se construye una estación del nuevo suburbano y después acudieron a uno de los tramos en obras del Canal donde se están levantando uno de los juegos de esclusas.
Un consorcio participado por la española FCC se encarga de construir la línea Uno del suburbano panameño, que dispondrá de 14 estaciones repartidas a lo largo de 14 kilómetros, en tramos aéreos y subterráneos, con previsión de finalización de las obras en 2014.
Este nuevo medio de transporte, vital para una ciudad cuyo tráfico rodado está siempre congestionado, costará 1.500 millones de dólares; los 57 trenes Alstom que circularán por la primera línea del Metro panameño se fabrican en Barcelona (España).
Felipe de Borbón y su esposa recibieron explicaciones "in situ" de los responsables de la obra sobre los trabajos ya realizados y los detalles técnicos del proyecto ante una de las trincheras donde se ubicará una de las estaciones del Metro, que dará servicio a un millón de viajeros.
El tramo del Pacífico de la ampliación del Canal ha sido el otro lugar elegido para la agenda de visitas de los príncipes, que igualmente han sido informados de los pormenores técnicos de la infraestructura, que ampliará y modernizará una de las obras de ingeniería civil más grandes del mundo.
Con el ruido de la maquinaria, grúas, camiones y excavadoras al fondo, los príncipes de Asturias observaron desde un mirador el gran agujero por donde en su día transitarán los barcos y los enormes bloques de hormigón donde se instalarán las esclusas que permitirán salvar el desnivel entre el Pacífico y el Atlántico.
En este caso la empresa Sacyr es la que participa, con un 48 por ciento, en el consorcio que construye el tercer juego de esclusas, un ambicioso proyecto que supone excavar 37 millones de metros cúbicos y usar 4,9 millones de metros cúbicos de hormigón.
Los príncipes se hicieron una "foto de familia" ante el mirador después de haber escuchado al presidente de Sacyr, Manuel Manrique, quien agradeció a la Corona el impulso que está dando a la "marca España".
La ampliación de la conexión interoceánica permitirá multiplicar por tres la capacidad de transporte de mercancías a través del Canal, y si ahora el flujo de barcos es de unos 24 al día, este número podría duplicarse y además con buques de mayores dimensiones.
La capacidad máxima de contenedores a transportar por los buques que atraviesan el istmo es actualmente de 4.500, y cuando las obras concluyan se ampliará a 12.500.
La inversión total en esta infraestructura es de al menos 5.250 millones de dólares, y el Gobierno confía en que esté acabada en 2015.
Concluida su estancia en Panamá, los príncipes viajan hoy a Ecuador, donde mañana, viernes, se entrevistarán con el presidente Rafael Correa y apoyarán a las empresas españolas asentadas en esa nación.