Buen ejemplo. Como todo adolescente en sus tiempos, Edwin Pascorizo deseaba comprarse las cosas que le gustaban, vestirse bien, salir con sus amistades; para poder hacerlo debía tener dinero, pero su familia no se lo podía dar y en vez de hacer cosas indebidas, Edwin tomó la mejor decisión de su vida: empezó a trabajar.
Este joven de 25 años se levanta muy temprano para estar a las 5: 00 a.m. en el Parque Porras, lugar donde coloca su carrito de hot dog y vende de lunes a lunes.
DESEA PROGRESAR
Edwin contó que desde hace siete años, inició la labor y que no le da pena el trabajo que hace porque se gana el dinero de manera honrada y esa es "su satisfacción". Esto ha sido motivo para que poco a poco este joven haya podido comprarse una nevera que tiene ubicada en su casa en Torrijos Carter. En esta coloca todos los vegetales para mantenerlos fríos y utilizarlos para los hot dog que venderá el día siguiente.
EL TRADICIONAL
Edwin elabora el hot dog que todo el mundo conoce y que es el clásico que lleva pan, salchicha, mayonesa y mostaza, el cual es sencillo, pero a la gente le gusta.
Dijo que la mejor hora es la de almuerzo y un poco después cuando las personas salen de sus trabajos a merendar algo antes de llegar a sus casas.
Aunque sólo llegó hasta primer año del colegio, Edwin se propuso este año terminar en una escuela nocturna para luego ingresar a la universidad.
