¡Ay, por dónde empiezo! Bueno, al grano, no tengo mucho espacio y por eso voy a definir el concierto de Marc Anthony con dos palabras: "suculento y apetitoso". Les digo esto, porque todavía estoy disfónica de tantos gritos.

BRILLO SOLO

Mi reloj marcaba las 9: 10 de la noche, cuando las luces se apagaron y se empezaron a escuchar las notas musicales de "Valió la pena". De repente, en la parte superior de la tarima un ascensor subió a alguien.

Era la silueta de un hombre nada corpulento. Un hombre flaquito, chiquito y cuya ropa parecía acaparar todo su cuerpo. Él era el sensual salsero Marc Anthony, quien les juro no tiene nada que envidiarle al corpulento Puff Daddy, Ben Affleck o algún otro ex de Jennifer Lopez; ahora pude entender por qué "La Lola" se enamoró de él. ¡Jijiiji!

Al segundo, empezó la gritadera. Marc Anthony había cumplido su promesa: subir nuevamente a un escenario en Panamá. "Pena, valió la pena", era lo único que escuchaba en ese momento, mientras de esquina a esquina se veía aquel "hombrecillo" bailar en la tarima. ¡Jooo, sí que baila!

Acabó la primera canción, y antes de entonar la segunda, Marc dijo unas cuantas palabras, que para escucharlas había que estar con los oídos parados por la gritadera que se volvió a formar. "¡Por fin"!, fue algo de lo que se escuchó, mientras le daba un "chotin" de lejos a quien la compuso, su pana y amigo "Omar Alfanno". "Y hubo alguien", empezó a subir la adrenalina de las miles de chicas que contra viento y marea entraron al Figali para oír a ese ícono de la salsa actual.

¡QUERIA MAS!

Hasta ese momento, todo parecía indicar que Marc no se sentía a gusto, quería más, quería ver al público gritar y sentir sus temas correr por nuestras venas, como corren por las de él; así que con "Siento pena", empezó a hacer muecas hasta que la gente despegó y allá íbamos todos. "Si te vas... si te vas...", "Hasta ayer, hasta ayer...", entre otros coros de ambas canciones, le siguieron.

Después, interpretó "No te olvido", y cuando llegó a la 7ª canción, hizo un paréntesis para recordar que ésta lo había traído a Panamá por primera vez: "Hasta que te conocí", vez en la que sólo unas 300 personas lo escucharon cantar, nada parecido a ahora donde, si no me equivoco, 13 mil enloquecieron con verlo y oírlo.

Oigan, se nota que le gusta el relajo. Fíjense que algo así le dijo al público: "No importa lo que digan los organizadores... ¿quiere bailar y gozar?... súbase a las sillas y...", y qué creen que hicieron las chicas, pues hacerle caso. ¡Ay Showpro! ¡Había que complacerlo!

Tengo que terminar, cantó después "Qué precio tiene el cielo", "No hay nadie como ella" y quiso cerrar con la que le dedica a su "Lola", "Te quiero así"; pero... ¡ja!... no pudo y los gritos de las chicas, ¡ah y de los chicos!, lo hicieron volver. Allí interpretó: "You sang to me". ¡Saben qué!, a la gente no le importó no ver la belleza de J.Lo, prefirió la hermosura del canto de Marc. ¡Jooooo! ¡Jajaja! ¡Por lo menos yo!