Muchos colombianos, buen sonido y un Juanes entregado a su público fue lo que vimos en su concierto el pasado sábado en el Figali Convention Center.

El paisa empezó su espectáculo a las 9: 31 p.m. (Eso marcaba mi reloj) con un juego de luces sencillo, en comparación con las que pude apreciar en el show de Chayanne y Ricky Martin, pidiéndole paz al Señor, con su tema "A Dios le pido". El público no demoró en subirse al tren de "La Vida World Tour" y corear el tema a todo pulmón y eso que solamente era la primera canción. "La paga" fue el segundo tema que interpretó, cuando dio paso para que la gente se pusiera más eufórica, al punto que empezaron a subirse a las sillas. Aunque saben qué, eso les duró poco, porque el organizador del evento, Popa Arias, se dedicó a bajar a todas las personas que veía parada sobre ellas.

El show transcurría y de repente pudimos ver al compositor Omar Alfanno, que no se pierde un concierto, en compañía de Paulette Thomas, en la primera fila del VIP.

Lo cierto es que el espectáculo estaba en su mejor momento y aunque no hubo cambio de vestuario, después de cantar "Mala gente", "Otra noche" y de decirle a Rubén Blades y Alfanno que sólo los había visto en fotos, pero era mejor verlos en personas, interpretó "Fotografía" y la camisa negra de Juanes quedó empapada. ¡Ohh sí!

El ganador de varios Grammy y del Disco Platino que le dieron en Panamá hace tres días, por 10 mil copias vendidas, dijo que no vino solo. Fíjense que estaba acompañado de su esposa y sus dos hijas (Luna Paloma), con los que pasó tres días en la ciudad de Panamá.

Tienen que saber que la escenografía era un sol electrónico, que cambiaba de color en cada momento y que el sonido se escuchó muy bien.

Afloró la parte de las dedicatorias y con temas como "Sin ti" y "Nada valgo" hombres y mujeres hacían llamadas a celulares y lo levantaban para dedicárselo a esa persona especial. En este concierto el que es fans de Juanes lo gozó y el que no, también, porque pudo tararear todos sus éxitos. Lo único que puedo decirles es que en el Figali se vivió "La vida es un ratico" y muy bien.