Andrea junto a su nieta Jennifer. Ella tiene la tarea de enseñarle sus costumbres y tradiciones. (Foto: AGUSTÍN JOSÉ HERRERA / EPASA)
Carolina Sánchez P.
| DIAaDIA
Se pierden las costumbres Kuna en Kuna Nega. Al conversar con más de cinco mujeres de la etnia Kuna, este medio corroboró que los jóvenes no están mostrando interés en aprender y conservar las principales costumbres y tradiciones (confección de molas y hablar el dialecto) de esta etnia. En esta comunidad, en la capital, las pocas que los confeccionan tampoco utilizan este traje.
En la comunidad de Kuna Nega, Ancón, hay un taller de mola, pero tiene meses de estar cerrado, pues no cuenta con los materiales para hacer las costuras y están a la espera de una donación.
PREOCUPADA POR SU ETNIA
Andrea Mendoza de Gutiérrez, de 68 años, tiene 30 años de haber emigrado desde Río Azúcar, en Narganá, a la ciudad. Ella es una de las maestras de confección de molas y explicó que 25 mujeres participan del taller, pero que ahora cada una está cosiendo en su casa. "Este taller tiene dos funciones: hacer molas para vender y llevar un aporte económico a la casa y enseñar a las jóvenes de 10 años en adelante a que aprendan a coser las molas, para que así preserven este arte nativo", dijo Mendoza.
Ella expresó que siente tristeza al darse cuenta de que sus descendientes no están interesados en aprender sobre ellos, pues ve que se desviven más por costumbres ajenas. "Lo único que puedo hacer es poner la tarea de enseñar a mis nietas a coser y hablar el dialecto, y si es niño a que elabore cestas", señaló.
EJEMPLO A SEGUIR
Pero en este mismo sector reside doña Graciela Peña, de 62 años, quien vestía el típico vestuario de las kuna. Ella tiene 28 años que de haber llegado desde Ailigandí y, hasta la fecha, todos los días lleva su vestimenta tradicional. Para poder hablar con ella se necesitó de un traductor y ahí estaba Iris Martínez, de 28 años, quien se crió en la ciudad y preserva sus tradiciones hasta de hablar el dialecto.
Pero vestir las prendas kuna no es barato, pues como mínimo la vestimenta sale en B/42.00, y es porque ella misma confecciona el vestido, de lo contrario el precio sube por la mano de obra. L yarda y media de la tela para la falda está en B/5.00, y la yarda de poplin, que utilizan para los colores de las molas, está en B/1.25. Una aumentó B/2.00 y la otra 0.50 centavos, respectivamente.
Graciela dijo que la pañoleta que ponen en su cabeza les cuesta B/2.50 y antes estaban en B/1.00; la blusa que lleva mola está en B/20.00 y antes estaba en B/5.00; la falda o saburrete cuesta B/5.00 la yarda y antes estaba en B/3.00; las mostazillas o wini, que llevan en las manos y pies cuestan B/15.00 y antes costaban B/10.00.
LUJO
La vestimenta kuna es cara, y aún más si no se sabe elaborar la mola. El aumento de las telas encarece su precio.