Con un gran legado. Jean Carlos Lombardo es un chico proveniente de Playón Chico, en la Comarca de Kuna Yala; sus deseos de superarse lo motivaron a trasladarse a los doce años a la ciudad capital, para seguir sus estudios secundarios.
Pero a este pequeño amante del baloncesto, la vida le jugó una mala pasada; su abuelo Carlos Lombardo murió cuando más lo necesitaba y al año siguiente falleció su madre.
Su abuelo fue quien le inculcó las destrezas del deporte del aro y el balón, y desde ese momento Jean Carlos no ha abandonado las canchas para practicarlo e incluso forma parte de la selección del Colegio Stella Sierra, que participa del Torneo Intercolegial de Baloncesto Kiwanis "Nestlé Cereales".
"Sólo tenía doce años cuando murió mi abuelo, luego falleció mi madre Brisca Arosemena. Cuando estaba en segundo año no me podía concentrar bien en los estudios porque de repente me venían a la mente los recuerdos de ellos", relata con pesar el pequeñín.
Pero hoy, a pesar de los obstáculos y los problemas que llegaron a su vida tras la muerte de sus seres queridos, Jean Carlos se divierte y piensa a lo grande con lo único que le dejó su abuelo: la enseñaza del baloncesto.
"Esto fue lo único que me dejó mi abuelo para que yo siguiera adelante, y quiero aprovechar las enseñanzas que me dejó a lo máximo", acotó.
Además del deporte, Jean Carlos, que cursa el cuarto año en el Stella Sierra de Arraiján, tiene en sus planes estudiar medicina, apoyado por su tío Andrés Iglesias a quien le agradece el apoyo brindado en los estudios y la alimentación.
"Mi tío quiere que yo sea alguien en el futuro y me está ayudando, y estoy haciendo todo lo que esté a mi alcance para no defraudarlo. Quiero ser un gran padre y ayudar a mi familia", puntualizó.
ODISEA
Jean Carlos tiene que caminar por media hora para poder llegar a la cancha más cercana de Vacamonte, donde reside.