"Yo me quería volver loca". Así se exprea Oderay Peralta cada vez que recuerda cómo se quemó su hijo cuando cayó a una olla de sancocho en El Sesteadero de Las Tablas. Por fortuna, el pequeño Víctor, de tan solo dos años, permanece estable y se recupera satisfactoriamente de las graves quemaduras que sufrió en su cuerpo.

La doctora Marvin Corro, jefa de la sala de quemados del Hospital del Niño, explicó que el niño tiene quemaduras profundas de segundo y tercer grado.

Sin embargo, a pesar de sus heridas, se mantiene estable y tolera su alimentación por un tubo.

Manifestó que por ser un paciente que tiene la mayor parte de su cuerpo quemado, tendrá que ir al salón de operaciones para limpieza y que se le hagan injertos para reparar las áreas dañadas.

Según la doctora, todos los pacientes que llegan quemados al Hospital del Niño no deberían estar allí, porque son accidentes caseros que se pueden prevenir.

Otras de las inquietudes de Corro es que no hay campañas para educar a los padres de cómo prevenir los accidentes caseros.

LO QUE NO SE DEBE HACER

Si la quemadura es muy grande, se debe envolver al niño en una toalla limpia y llevarlo de urgencia al hospital, recomendó la doctora. Además, hizo un llamado a los padres para que no le pongan pastas de diente ni yodora en las quemadas, porque eso agrava la herida.

Otra de las sugerencias es guardar los productos químicos bajo llave, evitar que los niños estén en la cocina y colocar las asas de las ollas hacia adentro de la estufa.

AYUDA

Las personas que quieran apoyar a Víctor pueden donar a la cuenta 330000023649 de la Caja de Ahorros.