Sin agua. Ayer, muchos panameños se despertaron con la noticia de que pasarían todo un día sin agua potable, mientras unos le sacaron provecho a la situación, otros pasaron páramos.

En un recorrido realizado por DIAaDIA en San Miguelito por la falta de agua, se encontraron diversos problemas. Por ejemplo, la señora Agustina Jiménez, dueña de una fonda, ubicada en el sector uno de Samaria, relató que se levantó a las 5:00 a.m. a preparar los alimentos y se percató del problema.

FUE UN DIA AMARGO

Desesperada, buscó un vecino que le regaló agua, pero tuvo que cargar los tanques hasta su local; por este motivo, su producción decayó y sus clientes se molestaron por la falta de comida. Además, ella solo pudo brindarle a sus clientes un vaso de agua, lo que aumentó el descontento. Enfatizó que teme que la situación no mejore, o se vuelva a repetir, pues tendrá pérdidas mayores, ya que su fonda reparte a escuelas del sector y a clientes fijos.

SU BEBE NO PUDO TOMAR LECHE

Otra afectada fue la señora Cristobalina Garcías, quien se encontraba desesperada, pues su hija de tres meses no había podido tomar su mamadera por la falta de agua. Ella explicó que no tenía dinero para comprar agua embotellada, porque su pareja apenas el martes comenzó a laborar. Además, los pañales y la ropa de la criatura estaban sucios y no tenía qué ponerle. Agregó que no había podido desayunar ni asearse en todo el día. Ella afirmó que si la situación seguía así, tendría que salir a pedir agua por la calles.

PERDIDA EN LAS FONDAS

En el recorrido, también se encontraron personas que no pudieron lavar, asistir a sus trabajos, madres de familias que se quejaban, pues sus hijos no pudieron asistir al colegio. Dentro de toda esta situación, se observó una casa ubicada en Samaria, que era considerada por los moradores como el "oasis bendito", pues allí no se había ido el vital líquido y la dueña gentilmente les dio la oportunidad de llenar sus tanques.

LUGARES POCO AFECTADOS

A pesar de que el problema afectó a toda la ciudad de Panamá, algunos lugares se mantuvieron con agua, aunque con baja presión. Tal es el caso de la fondas "cuara a cuara", que según sus dueños no presentaron problemas. En Carrasquilla, tampoco se vio afectada, pues sus moradores pudieron realizar sus actividades normalmente. Estos aducen que ellos son abastecidos por la potabilizadora de Miraflores. Igualmente, en Calidonia y la Plaza 5 de Mayo, las fondas y negocios pequeños funcionaron normalmente.