
Vilma Sanabí, en compañía de sus dos hijos Daichel, de nueve meses, y Ángel, de dos años.
Fotos: QUINT? MORENO
Vilma Sanabí, en compañía de sus dos hijos Daichel, de nueve meses, y Ángel, de dos años.
Fotos: QUINT? MORENO
Vilma Sanabí, en compañía de sus dos hijos Daichel, de nueve meses, y Ángel, de dos años.
Fotos: QUINT? MORENO
Ángel, quien pesa seis libras, es como un bebé.
Su madre Vilma quiere mejores días para él.
Vilma Sanabí, en compañía de sus dos hijos Daichel, de nueve meses, y Ángel, de dos años.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Ángel, quien pesa seis libras, es como un bebé.
Su madre Vilma quiere mejores días para él.
Vilma Sanabí, en compañía de sus dos hijos Daichel, de nueve meses, y Ángel, de dos años.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Ángel, quien pesa seis libras, es como un bebé.
Su madre Vilma quiere mejores días para él.
Vilma Sanabí, en compañía de sus dos hijos Daichel, de nueve meses, y Ángel, de dos años.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Ángel, quien pesa seis libras, es como un bebé.
Su madre Vilma quiere mejores días para él.
Vilma Sanabí, en compañía de sus dos hijos Daichel, de nueve meses, y Ángel, de dos años.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Ángel, quien pesa seis libras, es como un bebé.
Su madre Vilma quiere mejores días para él.
Vilma Sanabí y su esposo Danilo Marmolejo son oriundos de Darién, llegaron a la provincia de Panamá con las esperanzas de un mejor futuro, pero aún no ha llegado.
La pareja vive en un humilde cuarto ubicado en Altos de la Torre sector 2, corregimiento de Arnulfo Arias.
Ángel sufre de parálisis cerebral, tiene problemas de crecimiento y constantemente sufre de epilepsias. Él necesita tomar medicamentos para evitar las convulsiones, además de una limpieza de estómago para que se alimente bien, porque se le debe estimular la mandíbula para que él coma más, pues actualmente lo hace con cucharas y mamaderas, lo que le impide estar saludable, ya que tiene el peso de un bebé.
Los médicos le han recetado a Vilma que su hijo tome las leches Pediasure e Infamil, pero estas cuestan más de $11 y la situación económica de la familia, que tiene otro hijo aparte de Ángel, hace difícil conseguir estos productos alimenticios.
Vilma manifestó que es complicado en ocasiones llevar al niño a sus citas médicas, ya que su pareja es quien lleva el sustento y trabaja de ayudante en una compañía distribuidora de gas; a la vez que los doctores le han dicho que deben darle mejores adecuaciones al cuarto del niño, pero es imposible, ya que viven con sus padres, porque aún no cuentan con una casa propia.
Esta familia pide ayuda para su niño de dos años y un cuarto donde el pequeño no sufra de calor.