No se igualen

No estoy de acuerdo con que algunas personas se igualen a otras por el simple hecho de hacerle la vida de cuadritos a otros. Un ejemplo de esto es el t�pico �si me la hiciste, yo te la hago dos y m�s veces�, esta es la mentalidad de algunas f�minas que al enterarse que su macho las enga�� de la manera m�s vil, quieren pagarle con la misma moneda.

Soy creyente en que hay ocasiones en las que hay que ense�arles a otros un par de cosillas, pero tampoco se debe llegar al punto de humillarse y rebajarse.

Varias veces me ha tocado dar este consejo, y otras, he tenido que escuchar y con mucho esfuerzo callarme para no emitir juicios en conversaciones candentes que no son de mi incumbencia.

Una cosa es una metida de pata en donde ocurra el famoso desliz y la otra es planificar el enga�o. �Ojo!, cualquiera de las dos es una sinverg�enzura.

Lo m�s triste del caso es que al final ella es la que sufre, tiene una noche de locura con fulano, pero en las noches sue�a con su pareja, quien la enga��. Despu�s, el novio se entera, la deja y ella queda con la reputaci�n manchada.

Es triste, pero a la hora de la hora �el hombre siempre cae como el gato: parado�. Ellos enga�an, pero las personas dicen que esa es su naturaleza; ellas lo hacen, y poco falta para quemarlas en la hoguera.

As� que si te enga�an, llora, patalea, sufre y luego mira para adelante, ten presente que hay alguien que se perdi� lo que pudiste ofrecerle. D�jalo y que �l se d� cuenta del tesoro que dej� ir. Pero, por favor, no te iguales.

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