Un lector denuncia que llegar a las garitas del Corredor Norte, en ocasiones, es un problema, pues hay que esperar en largas filas de autos para poder pagar el peaje y salir del corredor. Ayer, un cisterna se demoró para salir, debido a que el aparato que le permitía la salida se dañó. Pese a los insistentes toques de bocina, ni el policía ni algunos trabajadores de PYCSA se inmutaron en explicar al menos lo que estaba pasando. Una usuaria le preguntó a la persona que cobraba el peaje el porqué demoraba tanto esa mula allí en perjuicio de los demás, y la cobradora contestó en tono molesto y rambulero: "El señor no tuvo la culpa, mi amor.
Eso se dañó". No fue lo que dijo, sino cómo lo dijo, dice el lector, sin recordar que allí sólo se llega pagando. No es de gratis. ¡Ojo, PYCSA!
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