¡Los millones no ganan títulos! Esto es lo que los fanáticos de los Tigres de Detroit, le dirían al dueño de los Yanquis de Nueva York, que después de ganar el primer partido, quedaron eliminados cuando los "felinos" le ganaron los tres restantes en fila.
El lanzador Jeremy Bonderman tuvo lo que se podría decir la mejor tarde de su vida en las Grandes Ligas, y no es para menos, después de lanzarle una joya de pitcheo contra los Yanquis, que cayeron derrotados 8 carreras por 3.
Los Tigres eliminaron a Alex Rodríguez, Derek Jeter y al resto de los costosos jugadores de los Yanquis, en el cuarto partido de la primera ronda de los playoffs.
Bonderman, en los 8 un tercio de episodios que trabajó, solamente permitió a los "Mulos del Bronx" cinco aislados imparables y salió del partido en medio de una fuerte ovación, por parte de la fanaticada, que lo vio cómo se retiraba con una ventaja de 8 carreras por 1.
Con un hombre en base, el relevista Jamie Walker toleró un cuadrangular de dos carreras del puertorriqueño Jorge Posada, que sacó la bola del parque por el jardín izquierdo.
Luego de caer el último out del partido, que fue una roleta a segunda base de Robinson Cano, los Tigres formaron tremenda algarabía y sacaron, cargando en hombros, al timonel Jim Leyland.
CELEBRACION
Los Tigres regresaron al terreno de juego con botellas de champaña, para descorcharlas y bañar al público que aún los vitoreaban por la hazaña alcanzada.
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