"Oí el revulú de la Lisinopril y dejé de tomarla de una vez, me dije: "caramba, yo no me quiero morir". Así lo manifestó el señor Ignacio Berté, de 66 años. Ayer, tempranito salió de su casa en Río Abajo y se trasladó a la Policlínica Manuel María Valdés, ubicada en San Miguelito, para realizar el cambio de medicamento que toma para la hipertensión. Allí, fue atendido en el consultorio 4, donde le entregó al doctor las 60 pastillas que le habían recetado. Esa era la cantidad de pastillas que le habían dado para un mes.
Berté no tuvo que formar una larga fila para ser atendido y le recetaron Ramipril. Tanto fuera del consultorio como en la sala de la farmacia, no faltaban los comentarios de los nuevos y mejores medicamentos.
Se pudo conocer que cada pastilla de Ramipril, en las farmacias particulares cuesta hasta B/.1.05. En tanto, Rosario Turner, directora nacional de Prestaciones Médicas de la Caja de Seguro Social, dijo que se cambió el Lisinopril por Ramipril de manera temporal, hasta que se concluyan las investigaciones correspondiente.
REACCIONAN
La empresa Hasseth, que distribuye la Lisinopril, en un comunicado anunció que en 70 años de historia, en los Laboratorios Normón, nunca se ha producido una situación de peligro para los pacientes y siempre ha basado su trabajo en la calidad de los medicamentos.
"En Panamá, unos 9 mil asegurados toman medicamentos para la presión, eso representa un consumo de un millón de tabletas mensuales en la Caja de Seguro Social", dijo Turner.
ATENCION
En la capital, busque su medicamento sustituto en la Pol. J.J. Vallarino, Manuel María Valdés, Alejandro De La Guardia y en el Complejo.
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