La entrada costó un dólar y allí se depositaba. (FOTOS: YANNESEY QUINTANAR / EPASA)
Nicanor Alvarado D.
| DIAaDIA
Una vez más, lo nuestro se hace notar. A través del baile, lograron retratar el día a día del hombre y la mujer de cada rincón de Panamá. Desde la Cumbia Chorrerana, hasta el Punto Santeño; desde el Congo hasta El Palo de Mayo; y desde la Cumbia Darienita hasta el Zaracundé.
LA VELADA
Era viernes por la noche, y a pesar de ser el momento del escape de la rutina de muchos jóvenes, hubo quienes se dieron cita en medio de plena ciudad, para apreciar, tal y como si estuvieran en tierras interioranas, un poco del folclor panameño, en la velada cultural del Instituto América (IA).
¿DE QUE SE TRATA?
Uno de sus organizadores, el profesor Armando Barrios, explicó que es la segunda ocasión que se realiza esa actividad en el IA. Se hace con el objetivo de rescatar los valores de la juventud a través del folclor.
Es una noche en la que el conjunto típico del Instituto América, constituido por unos 25 estudiantes, presenta bailes de diversas regiones de Panamá y se cantan tamboritos. También, la banda musical del plantel interpreta temas folclóricos.
Este año, se realizó el pasado 2 de octubre. A ella asistieron desde estudiantes, docentes -vestidos con su mejor atuendo típico-, padres de familia, autoridades educativas y hasta foráneos, que atendieron al llamado hecho por DIAaDIA, un día antes, a la actividad.
SE BAILO DE TODO
El acto se inició pasada las 5:00 p.m. con el Danzón Cumbia, la Contradanza, Pasillo y Punto, bailes de la provincia de Los Santos, heredados de los conquistadores españoles. Luego, el conjunto típico americanista reflejó facetas de la vida campesina con cumbias como, La Costeña, La Corta de Arroz y El Pindín.
Las costumbres colonenses, bocatoreñas y darienitas también se reflejaron en la actividad, cuando se bailó el congo, una forma de protesta hacia los conquistadores; el Palo de Mayo, bailado para celebrar el Día del Trabajador en Bocas del Toro; y la Cumbia Darienita. No faltaron danzas como la de los Diablos de Espejos y el Socavón Zapatero.
RECORDANDO
Por su parte, la banda musical interpretó piezas en homenaje a los Combos Nacionales y Oberturas tamboreras.
LA CANTALANTE
Otra de las atracciones de la actividad, fue la estudiante Anette Alonso, que cursa el quinto año en el Instituto América. Ella, a pesar de no tener experiencia, cantó varios tamboritos en compañía de un conjunto típico experimentado.
Aunque, de acuerdo con el profesor Barrios, la velada folclórica americanista es la única de su índole en todo Panamá, se espera que otros centros educativos tomen el ejemplo, pues la práctica de las costumbres panameñas podrían redundar en el rescate de los valores y del intelecto de la juventud.