"Ella me ayudaba en los estudios cuando mi mamá no estaba", dijo entre llantos Franklin, hermano de Olga Beatriz González, quien fue asesinada el domingo en su residencia. Él, al igual que sus familiares, no podían creer que "Olguita" había muerto.
Olga residía en el sector de El Cucuy, en Cerro Batea. Ella tenía 14 años y estudiaba en la escuela IPT San Miguelito.
LA MALA HORA
Cuentan sus familiares que el domingo Vielka Guevara, su madre, se fue a trabajar a las 12:30 p.m., y la niña se quedó sola unos instantes hasta que se hiciera la hora de ir a sus clases de karate.
Fue entonces cuando un hombre supuestamente apodado "Irving" entró a la casa. Los gritos de auxilio no fueron escuchados y nadie pudo salvar de la muerte a la pequeña, que a pesar de saber artes marciales, no pudo escapar de las garras de su agresor.
Olga fue encontrada por su padre y por su hermano, a eso de las 8:00 p.m. Estaba totalmente desnuda y en medio de un charco de sangre en la sala de su casa. Ella murió al recibir ocho puñaladas en distintas partes de su cuerpo. Se presume que también fue violada.
El consejero de la niña, Edwin Mudarra, la describe como una persona sumamente callada. Sus compañeros agregaron que era muy seria, responsable, pero muy especial.
La Policía Nacional realiza operativos para encontrar al culpable.
AUXILIO
Los vecinos no escucharon a Olga gritar. Eso la pudo salvar.
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