Misión Brasil 2016

Para Manuel González, de 15 años de edad, Ahmed Wynter, de 16, e Isaac Beitía, también de 16 años, estar en las próximas olimpiadas de Brasil en el año 2016 es su máximo objetivo.

Es que estos chicos, pese a su corta edad, ya saben cuáles son sus aspiraciones, sueñan con las brazadas en la pileta brasileña.

"Estamos trabajando para Brasil en un plan de tres años de anticipación", en este pensamiento coinciden estos tres atletas.

Pensando en grande

La entrenadora de la escuela de natación Beldagans, María de Los Ángeles Fong, les inculca a sus pupilos que "la natación es un deporte de tiempo y marca", añade que es un deporte muy sacrificado, en el que hay que entrenar mucho para mejorar, por eso les dicen que deben "ser ellos mismos" para buscar el 100% en cada competencia, con el objetivo de salir adelante.

La natación es un deporte muy completo y como tal su "filosofía" es que hay que mejorar con los entrenamientos porque al nadar se pone en marcha todo el cuerpo: cabeza, tronco, pies, es decir, todos los músculos.

El Beldagans Plus está integrado por 75 niños y tiene sobre sus hombros la satisfacción de llevarse por tres años consecutivos campeonatos nacionales en nuestro patio.

Entrenan en la piscina Eillen Coparropa, y el requisito para integrar esta escuela es simple, “solamente tener deseo de nadar”, por ello se tiene como meta entrenar a los niños desde los cuatro años, hasta donde el atleta desee llegar, si es posible hasta las olimpiadas o más allá, relata en forma esperanzadora la entrenadora Fong.

Pese a todo ello, manifiesta que tiene la ayuda de Grace Gutiérrez, quien le colabora para salir adelante con los nadadores.

Sus entrenamientos son de lunes a sábado, en horario vespertino y matutino, con un entrenamiento planificado y solamente tiene un costo de 20 dólares mensuales, algo realmente económico para todos los beneficios que se pueden obtener.

Por esta escuela han pasado atletas como Ismael Ortiz, uno de los mejores nadadores del país, que han ganado múltiples medallas en diferentes torneos internacionales.

"Lo más gratificante para un atleta es cuando tocan el himno nacional de su país, por haber ganado una medalla. Eso no tiene precio”, relata Fong, y se siente orgulloso cuando se entera de que sus pupilos realizan marca y obtienen preseas para nuestro país en torneos internacionales.

Fong hace un llamado para que los entrenadores sean tomados más en cuenta en eventos internacionales como Codicader, ya que, en muchas ocasiones, los atletas se comunican con ellos gracias a la tecnología.

En muchas competencias, los verdaderos entrenadores no viajan con los atletas y ambos quedan presas del Internet, Facebook o Twitter para dar algún apoyo o instrucciones que le piden los mismos atletas.

Esto es complicado en algunas situaciones, porque los entrenadores no pueden realizar una evaluación como realmente quisieran, acotó.