
Las convulsiones son el resultado de una alteración cerebral transitoria debido a una actividad eléctrica anormal de las neuronas.
Vamos a referirnos a las convulsiones febriles, las cuales ocurren en niños, por lo general, entre seis meses y cinco años de edad, aunque son más frecuentes entre los 18 y 24 meses y están asociadas a fiebre que no tiene relación a las otras causas de convulsiones mencionadas en el cuadro.
La mayoría de estas convulsiones ocurren en las primeras 24 horas de inicio de una enfermedad, generalmente viral, que cursa con fiebre (cuadros respiratorios o gastrointestinales).
Es importante mencionar que la fiebre es un mecanismo de defensa ante la ocurrencia de estos eventos. Se puede controlar, pero no eliminar. Son raras antes de los seis meses de edad o después de los tres años.
Causas
Fiebre
Infecciones del Sistema Nervioso Central (meningitis o encefalitis)
Epilepsia
Traumas cráneoencefálicos severos
Deshidratación severa
Tóxicos
Tumores
Hemorragias cerebrales
Simples o complejas
Las primeras son 80 por ciento más frecuentes
Tampoco existe una relación directa entre el grado de la fiebre y la aparición de la convulsión. En parte esto depende de la idiosincrasia y tolerancia del niño a la fiebre ( Hay niños que pueden tolerar temperaturas por encima de 39 ºC y no convulsionan y otros pueden convulsionar con temperaturas de 38ºC).
Durante las convulsiones febriles, los niños a menudo pierden la conciencia, presentan movimientos de las cuatro extremidades, tienen poca duración y se acompañan de fiebre asociada a un cuadro infeccioso, generalmente viral.
Las convulsiones febriles son relativamente benignas y son autolimitadas si son simples. Hay un bajo riesgo de recurrencia (2 o 3 episodios). No hay evidencia de daño cerebral secundario, retardo mental, afección del aprendizaje o muerte.
El diagnóstico es clínico. Si hay duda en relación a la causa de la convulsión, se procede a realizar estudios como el EEG (electroencefalograma), CAT cerebral, etc. Si se tiene la sospecha de que la convulsión esté asociada a algún proceso infeccioso del sistema nervioso (en niños menores de dos años), se deben hacer los estudios correspondientes.
Medidas ante una convulsión febril
Colocar al paciente de lado para evitar que trague saliva o broncoaspire.
Proteger la lengua de lesiones con los dientes.
Limpiar la boca si vomita.
Bajar la temperatura con paños de agua, a temperatura ambiente, en la frente o axilas).
Dar medicamentos antitérmicos tan pronto el paciente despierta.
Solicitar atención médica tan pronto sea posible.