
Es un hombre muy alegre.
Foto: EVERGTON LEMON
Es un hombre muy alegre.
Foto: EVERGTON LEMON
Es un hombre muy alegre.
Foto: EVERGTON LEMON
Sus chichas son muy gustadas.
Su esfuerzo ha valido la pena.
Tiene buena clientela.
Es un hombre muy alegre.
Foto: EVERGTON LEMON
Sus chichas son muy gustadas.
Su esfuerzo ha valido la pena.
Tiene buena clientela.
Es un hombre muy alegre.
Foto: EVERGTON LEMON
Sus chichas son muy gustadas.
Su esfuerzo ha valido la pena.
Tiene buena clientela.
Es un hombre muy alegre.
Foto: EVERGTON LEMON
Sus chichas son muy gustadas.
Su esfuerzo ha valido la pena.
Tiene buena clientela.
Es un hombre muy alegre.
Foto: EVERGTON LEMON
Sus chichas son muy gustadas.
Su esfuerzo ha valido la pena.
Tiene buena clientela.
Se siente agradecido con la vida. Domingo Rodríguez es un hombre muy afortunado, en poco tiempo ha logrado convertirse en un gran comerciante. Todos los días recorre las calles del corregimiento de Ancón en su bicicleta, para vender sus deliciosas empanadas, croissants y chichas que son del deleite de grandes y chicos.
¿Cómo empezó?
“Chaparro”, como le conocen sus clientes, es oriundo de la provincia de Chiriquí. Uno de sus sueños era trabajar en la tierra que lo vio nacer, pero las pocas oportunidades de empleo lo llevaron a trasladarse a la ciudad capital y empezar de cero con la venta de chichas. Antes, laboraba sobre un pequeño tambo; allí colocaba los productos con los que preparaba su rico refrigerio; sin embargo, con el pasar del tiempo ahorró lo suficiente como para comprarse una bicicleta que lo transportara a más destinos y le permitiera tener espacio para preparar y vender más comida.
Ya lleva ocho años en este negocio y asegura ser uno por los mejores, primero por la calidad de su comida, segundo por los bajos precios y tercero por la atención que los clientes reciben; siempre se marchan con una sonrisa y con ganas de volver, ya que el don de gente de este humilde hombre contagia a cualquiera.
No es fácil
No todo es color de rosa, el hecho de vivir solo en la ciudad y tener que enviarle dinero a su familia hasta Chiriquí es muy difícil, pero sabe que es por su bien y que tarde o temprano estarán juntos.
En especial extraña su gran fuente de inspiración, su hija, que vive lejos, pero que pese a todo lo ve como un gran héroe que lucha por darle una buena calidad de vida.