Con un par de cebollas en sus manos, el productor Ricardo Vega aseguró que su producto no causa ningún daño al ambiente, y mucho menos al ser humano.
La finca de Vega, ubicada en Alto Pineda, fue objeto de una evaluación del Ministerio de Desarrollo Agropecuario, luego de que utilizaran un herbicida que quemó la producción.
Vega aceptó que utilizó en sus siembros un producto llamado Glifozato, para matar la maleza que está alrededor del cultivo.
"Tuvimos que usar un producto como Glifozato que, según su literatura, es un herbicida que no es tóxico para el hombre, porque no es quemante", dijo.
Manifestó que están esperando los resultados del MIDA, pero saben perfectamente que no va a salir nada extraño, porque su producción no es perjudicial.
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