Queridos lectores, no vayan a pensar otra cosa. Lo que pasa es que al finalizar el pasado Baile de Cuna de Acordeones, conversamos con Ceferino Nieto y nos dijo enérgicamente que algunos de los muchachos no quieren usar el dedo "meñique"; sí, el que todos conocemos como el dedo "chiquito", pues su uso en las teclas y los bajos le dan a la pieza un sabor diferente.

Pero el maestro también afirmó que este año hay mucho más talento, pues a diferencia del anterior, en esta vuelta casi todos brillan. ¡Áyala vida!

APRETANDO CLAVIJAS

Chicos, les aconsejo que se pongan las pilas, pues el jurado va a apretar la clavija y a exigirles más en los próximos bailes, pues el mismo Juan Carlos Barreiro, productor general, dijo que en adelante el jurado tendrá que ser más minucioso para evitar los molestos empates.

Pero, bueno, les sigo contando que el viernes, el Fucer estaba que ardía por el sofocante calor, incluso hasta la presentadora Masiel Rodríguez sudaba a mares, creo que adelgazó un par de libras. Jejejeje.

Por otra parte, a los cachimbones, que fueron Marcos Julio y Nazario Barrios, les tengo que decir que el chamero, Daniel Rodríguez, supo echarse al bolsillo al público con su interpretación.

EL VESTUARIO

Creo que un detalle que debe guardar la producción es la imagen de los chicos, que si bien es cierto debe ser juvenil y poco complicada, deben cuidar el vestuario, pues muchos de ellos olvidaron que son vistos por miles de panameños, en especial los de sus provincias que esperan lo mejor de ellos, y si es responsabilidad de la producción: a ponerse las pilas.

Lo mismo digo de Juan Torrente que se le quiere ver como en la pasada temporada, con colores llamativos y alegres, pues en el pasado baile parecía más un rezador (persona que reza en los velorios en el interior) que un presentador de televisión.

A Masiel, que lo hace muy bien por cierto, debe pensar en todo para evitar los estragos de un set de televisión muy caluroso.

Otra vez fue sentenciado Lizandro De Sedas y esta vez quedó en la cuerda floja el veragüense Francisco Esclopis, a quien no le gustó para nada su sentencia, pues nos dijo que el jurado debió tomar en cuenta el grado de dificultad de su pieza. A eso debe sumarse que el chico tuvo que ser inyectado por una gastritis aguda para aguantar el programa.

Esperemos qué sucede el próximo baile, que va a ser en la altiva provincia chiricana. Chao...