Maldita delincuencia. Aunque no puede hablar, sus ojos transmiten la tristeza que hay en su alma, y con esa mirada profunda pareciera decir: ¿por qué a mí?

Las lágrimas recorrieron su rostro, mientras recordó aquella tragedia que hace dos años dejó a José Galileo Barría en cama. Cada parpadeo de José confirmaba lo que la señora María Del Rosario, su esposa desde hace 44 años, contaba a DIAaDIA.

El 24 de septiembre del 2007, cuando el señor José salió de su trabajo como salonero en un bar de la ciudad, se dirigió a tomar el bus para ir a su casa en calle 25 Calidonia, unos sujetos lo golpearon para robarle, dejándolo tirado en la calle. Durante más de tres horas, José estuvo en el pavimento a sol y agua, ya que la policía pensaba que estaba borracho, según les contó después una señora que lo vio y trató de ayudarlo.

En la desesperación, ella sacó del bolsillo la agenda de José y llamó a su familia, que llegó de inmediato y lo llevaron al hospital. Al señor, de 65 años, le han dado dos derrames cerebrales que lo dejaron inmovilizado y ahora su amada y su familia sufren. "Extraño el caminar con él y que me lleve a comer; cada vez que cobraba su platita lo hacía", recordó doña María, quien dice que con los B/112.00 que recibe quincenalmente solo alcanzan para los medicamentos que cuestan más de B/65.00, sin contar los "pampers", la comida y el agua.

SE ESFUERZA

Estuvo en terapia gracias a una amiga de la familia, quien no pudo seguir y ahora nadie lo atiende.

La señora María trata de ahorrar para comprarle una cama, pero el dinero no alcanza.

Sus nietos lo extrañan porque les hacía chocolate en el desayuno a ellos y a su esposa.