
La entrega estuvo llena de emociones.
La entrega estuvo llena de emociones.
La agresión final, según María, la recibió hace tres años cuando fue violada y golpeada brutalmente. En ese momento supo que debía abandonar a ese hombre, porque la podría matar.
Psicológicamente destrozada y presa del pánico, acabó en una casa de acogida. De allí se fue para otro albergue, en el que vivió meses en la clandestinidad. Con la ayuda de los sicólogos y de otras compañeras, víctimas de malos tratos, ha logrado acumular fuerzas para denunciar a su exesposo ante la justicia.
Por casos como el de María, el Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) lucha cada día por rescatar a las mujeres que sufren de maltrato.
Markela de Herrera, directora general del INAMU, hizo un llamado para que las mujeres no tengan temor y denuncien la violencia, ya que es un delito que debe ser castigado por la justicia. Esto lo dijo ayer, en la entrega de las mejoras a la casa albergue Nueva Vida, por el Programa de Seguridad Integral (PROSI), que invirtió más de 211 mil dólares.