Una navidad adelantada
Las caritas tristes de los niños Chirú cambiaron de inmediato al ver los regalos y alimentos regalados. Ayer se acostaron con la barriguita llena y el corazón feliz. (Foto: Jesús Simmons / EPASA)

Jesús Simmons | DIAaDIA

Almas caritativas.... No existe otra definición más acertada para estos jóvenes estudiantes del Instituto Rubiano, quienes ayudaron con lo poco que tienen a la familia Chirú, llevándoles una pequeña, pero significativa donación. El ángel de esta buena acción tiene nombre y apellido: Karen Quintero. "Yo me encontraba leyendo el reportaje sobre esta familia, inmediatamente se despertó en mí el deseo de ayudar a estas personas que tanto lo necesitan, así que me reuní con mis compañeros y entre todos realizamos colectas, del poco dinero que nos dan nuestros padres para el "recreo", expresó Karen.

Al llegar a la humilde casa, las caritas tristes se transformaron en rostros de felicidad, al ver tanta comida. De inmediato fueron tomando y abriendo los jugos para tomárselos. Por su parte, Digna, madre de los niños, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, ya que no se lo esperaba y menos que unos jovencitos fueron los responsables de brindarles un momento de felicidad a sus hijos.

"La pobreza es algo horrible", expresaron los estudiantes a este medio; ellos sintieron en carne viva lo cruel que puede ser la vida con las personas menos afortunadadas.

Uno que no se podía quedar sin dar su granito de arena fue Carlos, "El seguridad", quien les llevó juguetes, comida y hasta dulce de cumpleaños para Digna y sus hijos, sólo para que se olvidaran un poco de su amarga realidad. Sólo resta darles las gracias a los estudiantes del 2do. C y 5to, año D, vespertino, a las profesoras Ana Gloria Tejada, Miriam De Gracia y a nuestro seguridad regalón.

PROMESA

Los estudiantes, prometieron volver para repararle la casa a los Chirú. Para ello harán muchas colectas.

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