Hubo pérdidas en la cosecha de pixbaes.
Unos 40 productores de la Asociación Agroforestal "Árbol del Mañana", en Changuinola, responsabilizaron al Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA), en Chiriquí, por las pérdidas, ya que al parecer les había conseguido un comprador. Sin embargo, viajaron con la producción hasta la entrada de la comunidad de Norteño y la compra nunca se realizó.
Roberto Beker, presidente de la asociación, manifestó que dos mil racimos de pixbaes se han perdido, lo que los ha perjudicado, porque ahora no tienen ni para mantener a sus familias.
Indicó que alguien se tiene que hacer responsable del daño y exigirán una indemnización, porque se trata del sustento diario de muchas familias humildes.
Por su parte, Octavisa Guerra, directora Regional del Instituto de Mercadeo Agropecuario en Chiriquí, responsabilizó a terceras personas por el problema que se dio en un sector comarcal en Bocas del Toro.
Explicó que cuando se solicitó a los productores la cosecha, se les hizo algunas sugerencias sobre la calidad del rubro; sin embargo, muchos de ellos cargaron por cargar.
Es más, llevaron racimos que no tenían nada, lo cual se comprobó con un muestreo que se hizo antes de comercializarlo.
Explicó que en el mes de agosto, en una feria libre se propuso buscar el mercado para diversos productos, entre los que estaba el pixbae, tras considerar que había problemas con la comercialización de muchos rubros en sectores indígenas.
Guerra dijo que cuando se hizo negociación del mencionado rubro, se estableció que el mismo debería ser de calidad, en cuanto al tamaño y las particularidades.
Indicó que cuando llegaron al lugar, se hizo una inspección y se embarcó todo.
No obstante, cuando la empresa lo revisó, no todo cumplía con lo que se exigía.
Indicó que en vista del sobrante que se registró, se procedió a buscar otros mercados y es así como se ha procedido a venderlo en sectores de provincias centrales.
Manifestó que el problema que se ha dado es que personas ajenas a la comunidad, han estado haciendo acusaciones de supuestas pérdidas, porque gran parte del producto se quedó en el campo.
Puntualizó que los parámetros de comercialización existen y se tienen que cumplir, ya que no se puede obligar al consumidor a adquirir un alimento que no es de calidad.
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