"Jo, todo eso por B/. 1.25". Así decía un cliente que llegaba a la Fonda Tuti, que no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.
"Esta comida es para gente de pueblo", agregó.
Con mucho sacrificio, honradez y el apoyo del pueblo chorrerano, Edilma González, reconocida cantalante de tamborito, ha levantado a su familia con su negocio desde 1990.
Allí, se ofrece una rica sazón a las comidas y calidad de atención a cada uno de los visitantes.
Ella cuenta con el apoyo e inspiración de sus hijos, Manuel y Mariel, quienes incluso la incentivaron a terminar sus estudios secundarios.
Es así como "Tuti", no sólo logra el bachiller, sino que está por cumplir su gran sueño: terminar su carrera de Folclor, rama por la que mayormente se ha dado a conocer.
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