Estaban en plena juventud y se paseaban entre la farándula criolla.
Los cuatros cuerpos encontrados el viernes en la casa de ocasión Las Flores, ubicada en la vía Transístimica, corresponden a Christian Haskins, de 29 años; Sherealyn Valenzuela, de 19; Analida Arosemena Cozarelli, de 26, e Itzel Chin Guerra, de 21.
LAS ULTIMAS HORAS
Una fuente informó que estos cuatro jóvenes ingresaron a la casa de cita a la 1:40 p.m. del pasado viernes.
Más de tres horas después, el personal de la casa de ocasión, al ver que los jóvenes no salían de la habitación, decidió entrar. Fue entonces cuando Luis Javier Castillo, aseador del local, se encontró con los cuatro cuerpos exánimes a eso de las 5:20 p.m.
LO DEJARON ENCENDIDO
Los jóvenes ingresaron a la habitación 34 del "push button" y dejaron el vehículo 4x4 Land Rover gris, con placa 248145, encendido, acción que hizo que el automóvil descargara una gran cantidad de monóxido de carbono, gas que supuestamente acabó con la vida de estas cuatro personas.
EX CONCURSANTE
Se pudo conocer que las jóvenes Sheryl Valenzuela e Itzel Chin frecuentaban mucho reconocidas discotecas de la capital, en tanto que la joven Analida Arosemena fue aspirante a Miss Playa Blanca 2007, y Christian Haskins era promotor de discotecas de la ciudad.
Ayer, desde muy temprano, varias páginas panameñas de Internet de farándula se declararon de duelo, ya que estas personalidades destacaban entre sus publicaciones.
ESPECIALISTA ANALIZA
Luego de esta tragedia, donde los protagonistas eran apenas unos muchachos, la psicóloga Geraldine de Emiliani hace un análisis de la actitud de los jóvenes en general, y les ofrece consejos para no terminar sus vidas de manera tan temprana y dolorosa.
Explicó que los jóvenes suelen decir que los padres exageran sobre el poder que tienen los demás sobre sus hijos. Es la llamada presión de grupo, que empieza en la escuela. Se le da mucha importancia a las cosas que realmente no la tienen. Los chicos se aburren con facilidad, porque no hay lugares de esparcimiento saludables y piensan que lo que hacen no es malo, asegura.
Sin darse cuenta, se acostumbran a la presión que se ejerce sobre ellos y que los lleva al alcohol, drogas ilícitas, dinero y siliconas. Esto se convierte en un desafío de todos los días, añade la experta. El peligro está cuando el joven busca aceptación u aprobación, y no encuentra esto en su hogar. Muchas veces la tan ansiada aceptación puede hacer que se ajusten al modo de pensar de otra persona. El aburrimiento por la rutina diaria de las clases, estudio y obligaciones familiares hace que se mezclen con gente que no comparten estos principios elementales. Si no tienen otros intereses en su vida, como hacer ejercicios, deportes, escuchar música, leer, practicar un credo religioso, caen con facilidad, por ese deseo de ser aceptados por los que están a su alrededor. Pero se arriesgan a sufrir las consecuencias si no tienen los controles adecuados para enfrentarse con valentía a los retos de la vida misma, sostiene Emiliani.
La popularidad es otro factor que influye. Hay quienes quieren alcanzarla a cualquier precio, desde tener relaciones sexuales promiscuas y frecuentes, hasta consumir drogas y abusar del alcohol.
CONSEJO DE LA EXPERTA
La vida de un joven exige sacrificios. Cuando sientas que tus fuerzas te abandonan, busca la orientación de un especialista en la conducta humana y la ayuda de Dios. No te hundas en el pantano. Analiza las opciones y supérate. ¡Jamás te doblegues ante nada ni nadie!
SIN RASTROS
En la habitación no hubo rastros de violencia, ni sangre.