Hay algo que tengo dentro y que no me deja vivir. Yo me crié con mi mamá porque mi papá nos abandonó a mí y a ella.
Un día se dio cuenta que la señora que le lavaba, planchaba y le cocinaba devotamente no lo hacía feliz, porque ya la veía fea y desgastada y una mujer de la calle le ofrecía eso y más. Yo tenía 13 años, cuando eso pasó.
En esa ida también se olvido de mí y aunque ganaba bien se acordaba de forma esporádica de mandarme algo. Mi mamá que nunca había trabajado busco empleo para que nunca me faltara nada, no sabe cuántas veces nos cortaron la luz y agua, porque era o comer o pagar las cuentas.
De eso han pasado quince años y hoy yo soy una mujer realizada, casada, profesional y con una bebé recién nacida. Hace unos días recibí la visita de mi papá que quería que le permitiera conocer a mi niña, me lo dijo con los ojos llenos de lágrimas, que sabe que no puede echar el tiempo hacia atrás y que lo más quisiera en el mundo es recuperar el tiempo perdido que lo perdonará y que no le negara la oportunidad de ser abuelo. Me contó que la mujer por quien nos abandonó se fue con otro y le quitó la casa que le había comprado. Mi madre que se volvió a casar y es feliz con un señor que si la quiere, me dice que le dé una oportunidad, que si ella olvido, yo también lo puedo hacer. ¿Qué hago? Bertha
ESTIMADA BERTHA
Creo que te tocó una vida dura, pero gracias a la buena educación de tu madre, pudiste salir adelante. Tu mamá es una dama que no se detuvo ni se llenó de rencores, por eso ahora está realizada como mujer.
Pienso que deberías dejar atrás el resentimiento, porque me doy cuenta en tus palabras que el recuerdo de lo que te hizo te duele. El rencor es como una piedra del zapato para los que se permiten ser felices, por eso debes sacarla para poder seguir adelante.
Eso es un proceso que toma tiempo, pero para comenzar déjale ver a la niña, verás como poco a poco se te quita un peso de encima, ya que dejarás todo ese pasado que te aprisiona, atrás.