El levantamiento del cadáver se hizo a las 11: 00 a.m. El herbazal lo engañó. (Foto: ROBERTO BARRIOS / EPASA)
Carolina Sánchez P.
| DIAaDIA
Nadie se muere en la víspera. Un hombre de generales desconocidas era perseguido por otros sujetos que, a bordo de un vehículo, le propinaron cuatro tiros en su cuerpo.
El incidente se registró la madrugada de ayer en la carretera de Chivo Chivo.
Se presume que el sujeto, en un intento desesperado por escapar de sus homicidas, se lanzó a un herbazal sin percatarse, por la oscuridad, que después de la hierba había un precipicio de unos 20 metros de altura.
Los quejidos del malherido alarmaron a los residentes de la comunidad, que también escucharon las detonaciones. Luego llamaron a la Policía que, desde las 2:00 a.m., de ayer, trataban de encontrar el cuerpo que quedó en el fondo del precipicio. El sujeto tenía un fuerte golpe en la cara.
Fue en la mañana cuando pudieron ver que el cadáver quedó abajo del barranco por donde corrió para lanzarse; dejó las zapatillas y una gorra que sirvieron de rastro para encontrarlo.
El hombre vestía suéter de color azul que tenía un número cuatro en la espalda y un pantalón jeans. Además, en su brazo izquierdo tenía un tatuaje del Che Guevara.
Debido a que el terreno está inclinado, el personal de la fiscalía Auxiliar tuvo que subirlo atado, por los brazos, de un tronco.
Mientras que en la carretera había gotas de sangre y casquillos que se presume sean de un arma nueve milímetros.
Los dos paños de la carretera fueron cerrados, debido a que de un extremo a otro estaban los siete casquillos de bala.
OSCURIDAD
Los moradores de la comunidad temen que otro incidente como este vuela a registrase y los involucren.