
Tiene mucha clientela.
Foto. ROBERTO BARRIOS
Tiene mucha clientela.
Foto. ROBERTO BARRIOS
Tiene mucha clientela.
Foto. ROBERTO BARRIOS
Hacen fila para comprar en su puesto.
Tiene un gran sentido del humor.
Su puesto está adornado con los colores de la bandera colombiana.
Trabaja con gran rapidez.
Tiene mucha clientela.
Foto. ROBERTO BARRIOS
Hacen fila para comprar en su puesto.
Tiene un gran sentido del humor.
Su puesto está adornado con los colores de la bandera colombiana.
Trabaja con gran rapidez.
Tiene mucha clientela.
Foto. ROBERTO BARRIOS
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Trabaja con gran rapidez.
Tiene mucha clientela.
Foto. ROBERTO BARRIOS
Hacen fila para comprar en su puesto.
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Trabaja con gran rapidez.
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Foto. ROBERTO BARRIOS
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Trabaja con gran rapidez.
Hombre de mucha fe. Así se describe David Candela, quien desde hace 14 años se dedica a la venta de perros calientes y demás refrigerios en Panamá.
Comienzos
Pese a estar nacionalizado, Candela es oriundo de Colombia, pero panameño de corazón. Desde hace 15 años reside en suelo istmeño, poco a poco y con mucho esfuerzo ha logrado consolidarse como uno de los vendedores de choripán más reconocidos del país.
Antes tenía un pequeño puesto en Calidonia, en el que vendía perros calientes, pero con el pasar del tiempo comenzó a ahorrar y logró comprarse un carro más grande, que le permitió vender empanadas, choripanes, papas rellenas, hamburguesas, chichas y sodas. Mucho de lo que vende es hecho por él, como los perros calientes, choripanes y las inigualables papas rellenas.
Ayuda de Dios
David es padre de cuatro niños y es un gran esposo, con su negocio mantiene a su familia, ya que su esposa es ama de casa y se dedica a la educación de los pequeños. Sabe que ser la cabeza de la familia es difícil, pero Dios siempre provee, lo ayuda y le da fuerzas para seguir.
Faena
Ahora labora en la vía Ricardo J. Alfaro, específicamente al frente de las oficinas del Servicio Nacional de Migración. Todos los días se despierta a las 5:00 a.m. para salir de su casa, ubicada en Arraiján, hacia su sitio de trabajo. Llega a eso de las 8:30 a.m. y se retira a las 4:00 p.m.
Progreso
La rapidez con la que labora David es única; sin embargo, cuenta con el apoyo de dos ayudantes que le cooperan con las ventas y en la elaboración de los alimentos.