Un total rechazo a la política de repartir los territorios indígenas a las empresas transnacionales, sin tomar en cuenta los intereses de esos pueblos, fue la conclusión del Congreso Interamericano sobre Pueblos Indígenas que culminó ayer en la capital.

Cerca de 500 personas en representación de 13 países participaron en el congreso, que llevó a cabo el gobierno panameño con el fin de intercambiar experiencias sobre la realidad que viven estos pueblos en América.

En tanto, un grupo de estudiantes de la Universidad de Panamá, aglutinados en el Movimiento por la Defensa de los territorios y ecosistemas del Archipiélago de Bocas del Toro, protestó ayer de forma pacífica.

Se quejaron de que las autoridades bocatoreñas están exigiendo ejecutar un proyecto turístico para permanecer en sus tierras.

Alegan que son 3,000 personas y los han amenazado con desalojarlos.

Por otra parte, Virginia Nicolasa Torres, presidenta de las mujeres Naso, manifestó que su pueblo se siente descontento por la forma en que el Gobierno ha tomado la decisión de crear proyectos hidroeléctricos en la comunidad sin consultar a la población. Torres pertenece al pueblo del territorio Naso Teribe Terdi, ubicados en la parte de arriba del río Changuinola en Bocas del Toro.