Uno no sabe para quien trabaja. Así lo manifiestan los parroquianos de la Iglesia La Medalla Milagrosa, ubicada en Veranillo, San Miguelito.
Desde hace cuatro años vienen luchando con los amigos de lo ajeno, que a diestro y siniestro roban a diario en el templo.
Tan solo el lunes de esta semana un sujeto fue sorprendido por un vecino de la comunidad cuando intentaba llevarse hierros de la iglesia. Por suerte fue descubierto y no logró concretar el robo.
DE CAPILLA A PARROQUIA
Con mucho esfuerzo y sacrificio la comunidad creó un comité para recoger fondos y construir la iglesia. Los fieles realizaron desde ventas de frituras hasta tómbolas, que junto a las donaciones que recaudaron completó los recursos económicos para edificar la obra.
El fruto de este esfuerzo se refleja, puesto que el humilde rancho que servía de refugio a los católicos, pasó a ser una capilla y hoy es una parroquia.
Balbino Torres, quien es encargado de supervisar los últimos trabajos, cuenta que los ladrones se han llevado aires acondicionados, verjas, hierros y hasta los materiales que utilizan para la construcción. "No respetan la iglesia, se llevan todo lo que encuentran", comentó.
Dice que han perdido la cuenta de tantas veces que han robado.
Por si fuera poco, se conoció que un bus de la ruta Veranillo se estaciona fuera de la iglesia, lo que obstaculiza la visibilidad y les facilita a los ladrones cometer el acto delictivo.
IMPERDONABLE
En La Medalla Milagrosa se han robado hasta el Santísimo con la ostia consagrada dentro.
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