Casi tenían que usar flotador. (Foto: ALEJANDRO MÉNDEZ / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
Insoportable. Así era el olor que invadía la vivienda de la familia Castillo, ubicada en Calle Sexta de Pueblo Nuevo.
Durante tres meses, el patio trasero de la casa se convirtió en una piscina de aguas negras, luego de que, por unos trabajos en el terreno lateral, se obstruyera el "manjol" o alcantarilla y se provocaba el desborde.
La señora Nilka explicó que la familia formada por cuatro personas ya no sabía qué hacer, pues cuando llovía, la residencia se inundaba, aparte de que los mosquitos se proliferaron.
Después de tocar tantas puertas, ayer personal del IDAAN y la Junta Comunal les resolvió el problema.