Temen pasar de noche por los puentes elevados. María y Edgardo Guzmán salen de madrugada de su casa al trabajo. Ellos viven en el sector de San José, en Cerro Silvestre, Arraiján y todas las noches piensan dos veces tener que cruzar el puente elevado peatonal, porque está oscuro y temen ser sorprendidos por los maleantes.
Esta realidad la viven miles de panameños que, al salir de su jornada laboral, deben subir los puentes elevados oscuros, que sólo están iluminados por las luces a un costado de la calle.
En un recorrido hecho por DIAaDIA, se contabilizaron 20 puentes elevados desde el ensanche de la carretera frente a la entrada de Burunga hasta el distrito de La Chorrera, pero sólo uno estaba iluminado.
Mientras que en el área de Cerro Silvestre se captó cuando las personas cruzaban por debajo atravesando los cuatro paños de la carretera, poniendo en peligro su vida y la del conductor.
Domingo Espítia, subcomisionado de Arraiján, manifestó que han puesto personal en las paradas donde hay puentes peatonales, como: Loma Cová, Burunga, La Muralla, en El Rey y en Hato Montaña, que son las más oscuras.
PARAMO
Lo peor es que no hay paradas. En época lluviosa las personas se mojan y los retornos en la vía no están señalizados.