Pueden y quieren servir, a pesar de ser personas especiales. Con esa mentalidad, más de 60 jóvenes y adultos, con o sin discapacidad, asisten diariamente a la Asociación Panameña de Industria de Buena Voluntad, en busca de una capacitación o inserción laboral.
Esta institución cuenta con un Centro de Educación Laboral para adultos, talleres de formación y producción, que les permite a los participantes aprender trabajando.
Los beneficiados tienen la condición de distribuir su tiempo. En la mañana reciben clases, y en la tarde van a los talleres, o viceversa.
Ayer este centro cumplió 34 años de servir a la población con capacidades especiales, y se inauguró la Biblioteca 20-30, un aporte del reconocido programa Librotón, que este colectivo realiza anualmente.
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