Muchos quedaron sorprendidos cuando las autoridades municipales llegaron e hicieron cumplir el decreto 8 del 2006, contra el ruido en la ciudad.
Ante múltiples quejas de escándalos en bares, cantinas dentro de las áreas residenciales, el alcalde de David, Francisco Vigil, comprobó la falta y se decomisaron, bocinas, equipos de sonidos y otros elementos que alteraban el orden público, sobretodo en horas de la noche.
Además del decomiso, se interpusieron sanciones que van desde los B/50.00 a B/. 500.00.
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