Herenio Gutiérrez, ha vivido en carne propia, el riesgo provocado por la naturaleza.
Tiene más de dos años, de vivir debajo del puente sobre el río Risacua, en la ciudad de David.
Dijo que las desventuras de la vida, lo han llevado a afrontar esta difícil situación, la cual reconoce es riesgosa, pero no tiene donde ir.
Señaló que es oriundo del distrito de Boquerón, pero no tiene familiares donde recurrir, casi todos han muerto.
Por eso no le quedó otra opción que buscar un lugar en donde refugiarse aunque esté este lleno de peligros, como lo es la orilla de un río tan caudaloso como este.
Indicó que ha vivido, con mucho temor la crecida que ha sufrido este afluente, recuerda que en una ocasión, alcanzó tan magnitud que prácticamente arrasó con todas pertenencias.
Manifestó que durante su permanencia allí han sido varias las personas que han llegado, porque no tienen una casa en donde ubicarse.
Hoy se mantienen en esta casa improvisada, tres hombres y una señora que pasa, los 50 años.
Herenio, manifestó que ninguno es familia, todos han ido llegando poco a poco por la necesidad.
Dijo que no tiene un ingreso fijo, trabajan asalariando y en la recolección del hierro.
Señaló que durante su permanencia, han sido varias las visitas que se han hecho de parte de las autoridades, sin embargo no se ha concretado aún, su reubicación.
Apuntó que inclusive se les hizo la propuesta de buscarles un lugar, pero le exigían el pago de una cuota, con la cual no contaban.
VIVIENDA DIGNA
El Estado como tal, debe ofrecer ayuda, especialmente en lo que corresponde al punto de vivienda.
|