Un recibimiento muy sentimental. Sonrisas nerviosas, manos sudorosas y angustia era el estado de todos los familiares de los atletas especiales que fueron a darles la bienvenida como los campeones que son.
La ansiedad se comenzaba a apoderar de los padres, que trataban de calmarse conversando sobre la gran actuación que tuvo Panamá durante los once días de competencia que duraron los XII Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales en Shangai, China.
Fueron alrededor de 70 personas las que se encontraban en la sala de espera del aeropuerto, bajo una tensa calma, que desapareció al momento que anunciaron la llegada del vuelo en el cual venían los atletas.
LA ESPERA
Cuando se anunció la llegada del vuelo, los padres empezaron a aplaudir, sus rostros se pusieron colorados de la emoción, mientras que otros no paraban de reír, sin duda alguna los nervios estaban presentes.
Al momento en que salieron los primeros atletas, la murga empezó a tocar, lo que emocionó y asustó a algunos de los atletas que lo demostraron con la expresión de sus rostros.
Las medallas y la actuación de los atletas pasó a segundo lugar, pues el sentimiento familiar fue más grande.
Al momento de la llegada, no fueron 44 familias distintas, sino 44 miembros de una familia llamada Olimpiadas Especiales, Panamá.
EL MAYOR LOGRO
Para los 12 entrenadores que compartieron con los atletas, lo más importante es que estos deportistas superaron su marca personal y regresaron con 70 medallas.
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