No, no piense mal. No me refiero con este título a las respetables inclinaciones sexuales de conductores y presentadores de televisión de este país. El título de mi columna va referido a esos que "vuelan" vía Ego Airlines, que se creen levitan, que caminan en alfombra verde, que no quieren tocar el piso porque juran que son, no solo intocables, sino dueños de la verdad que pueden, a diestro y siniestro, acusar o juzgar en televisión nacional a los demás, pero cuando se les escribe una crítica profesional brincan como resorte -oxidado- de colchón.
Yo, desde que escribí la primera columna, sabía que mis opiniones no serían siempre del agrado de todos y, especialmente, de aquellos que desconocen la responsabilidad de lo que es salir en televisión. Esos que se creen que salir en pantalla es una patente de corso que les da la inmunidad de hacer lo que les da la gana y jugar el tiro al blanco con los demás, pero nadie con ellos mismos, porque no tienen la capacidad ni la humildad de leer una crítica, analizarla y extraerle lo bueno.
Aquí, hemos visto cómo varios han sido los presentadores y conductores que han salido con capa y espada a despotricar por una nota que no les gustó. Han llegado al punto de amenazar con demandas por "daño a la imagen". ¡Qué imagen!, si ni siquiera saben hablar, no saben de lenguaje, de coherencia, de sentido común y de gusto. Son, algunos, no todos, seudodefensores de la libertad de expresión cuando les conviene.
El otro día, me confirmaban que una conductora de noticias, que en este espacio he aplaudido siempre, por una columna donde no le alabé su trabajo, despotricó contra mí, llamó a colegas de Día a Día y juró conseguir mi identidad. Para ella, con lo profesional que yo la consideraba, era más importante saber quién la criticó, que analizar el contenido de la crítica. En otro canal, un presentador dijo que "quemaría todos sus cartuchos hasta volarme la cabeza porque si yo quería mejores noticias, que fuera hacerla yo pues". Esas son las reacciones de las personas que vuelan en el avión de 'Ego Airlines'. Esos que juran -sin denigrar lo nuestro- que salen en primera clase tipo CNN, E Entertainment, NBC, People & Arts o Fox News, y no se han dado cuenta que están es en la cola..., detrás de la ambulancia.
Yo recibo todo tipo de información confidencial, documentos, pruebas. ¡Y más es lo que me callo! Este espacio, para bien o para mal, ha tenido una aceptación, no sólo en audiencia de lectores, sino en los mismos medios y también en las agencias de publicidad desde donde me escriben -sus ejecutivos- para solicitar que me pronuncie sobre ciertos programas, temas o presentadores y, para pedirme la opinión sobre buenos proyectos donde sugerirle a sus clientes pautar o no.
Si la mayoría de los talentos de todos los canales recibieran los correos que yo recibo en contra y con información de algunos de ellos, quedarían con la moral debajo de la suela de sus zapatos. Se deprimirían -sin son humildes- porque su propia audiencia, no 'El Titín', hace críticas tan duras a su trabajo que no soy yo, y me duelen. La audiencia no es tonta, a ella no se le subestima, a ella se le respeta y ella, de verdad, sabe quién es humilde y quién no.
Conductores y presentadores: la realidad les dice "pasajeros de Ego Airlines, que van con destino final al fracaso, amárrense sus cinturones que se les olvidó comprar el boleto de la humildad y van cayendo en picada". ¡Aterricen!
