Con los muertos no se juega. La tumba de la madre del campeón mundial de Fórmula 1, el alemán Michael Schumacher, y de su hermano Ralf, fue profanada entre la noche del miércoles en la ciudad de Kerpen, cerca de Colonia (oeste), indicó ayer la Policía. La tierra que cubría el ataúd fue retirada con una pala, dejándolo al descubierto, pero éste no pudo ser abierto, precisó la Policía. No se encontró ningún rastro de los profanadores, y aún resta determinar el motivo de la profanación. Elizabeth Schumacher murió en abril de 2003 a los 53 años, y luego fue enterrada en el cementerio de la ciudad, donde vivió durante muchos años.
Los hermanos Michael y Ralf Schumacher crecieron en Kerpen, donde debutaron en su carrera como pilotos de automovilismo.
|