El dolor de sus hijos era evidente. En medio de la inocencia, las lágrimas corrían por sus rostros, sin que un pañuelo pudiera secarlas. Y es que por culpa de una bala perdida, ya no verán más a mamá. Anayansi del Carmen Cisneros fue despedida ayer por sus familiares, amigos y compañeros de la universidad, en la iglesia Movimiento Misionero Mundial.
Tras un silencio donde sólo la palabra del pastor era escuchada, llegaban cada vez más personas a darle el último adiós.
Y aunque es difícil asimilar esa realidad, lo cierto es que el dolor los consumía, porque habían perdido a una buena persona, buena madre y también buena hija.
El pasado viernes, en horas de la noche, Anayansi falleció cuando al momento de pedir la parada en Las Quinientas, lugar donde residía con sus cinco hijos y su esposo, una bala loca entró en su axila derecha, quitándole la vida.
Ella llegaba de la Universidad de Panamá, donde estudiaba Diseño Gráfico, y una balacera que se registraba en el área le arrancó los deseos de seguir adelante junto a sus pequeños angelitos.
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