El ingrato destino les cambió la vida. Leda Ester, de 42 años, y su hija Patricia Victoria Rivera, de 5 años, juntas enfrentan con amor sus enfermedades: la madre tiene cáncer y la niña una parálisis.
Parálisis que fue producto de un accidente automovilístico, cuando ella tenía apenas un añito de vida. El choque la sacó del auto y la tiró al pavimento, dejándole fracturas en el cráneo. Desde ese momento, asiste en las mañanas al Instituto de Medicina Física y Rehabilitación, conocido como CRI, y luego salta en las tardes a la Escuela de Parálisis.
Pero la madrugadera y las peripecias en bus, porque viven en Veracruz, no son el problema, sino las limitaciones económicas.
Leda contó que a ella le preocupa que Patricia necesita unos KAFOs bilaterales, aparatos para caminar, que cuestan 600 dólares cada uno y necesita dos y no tiene dinero.
Con voz entrecortada y con una lluvia de lágrimas, contó que tiene un cáncer que le detectaron el año pasado, fue operada y es sometida a quimioterapia, días que no puede llevar a Paty a la escuela.
Ante el agotamiento, lucha para que su nenita pueda caminar y asista a la escuela regular.
APOYO
La hermana de Leda es el único pilar que también le ayuda con los gastos de la quimioterapia, pero deben el tratamiento.
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