Por tres semanas intentamos reunirnos con ella, pero los inconvenientes y el poco tiempo dificultaban la entrevista. Aunque ya no aparece en la televisión, su vida sigue igual o más ajetreada que nunca.
Como todos los lunes en el especial ¿Qué es de la vida de..? revolveremos el baúl de los recuerdos. Esta vez la búsqueda fue maravillosa, recordaremos a una de las mujeres más dulces, no sólo por la azúcar que le pone a su comida, sino también por el amor y la humildad con que trata a su prójimo, Rosita Córdoba, la presentadora del programa "Cocinemos con Rosita y algo más".
La cita era para las 3:00 de la tarde y a pesar de que su residencia estaba en construcción, nos abrió un lugarcito en su cálido hogar. Llegamos a tiempo, pero el estrés y la calor nos consumía; sin embargo, como si nada la afectara, nos esperaba allí, con un vestido morado y algunos años encima. A simple vista, se ve que la vida no la ha tratado mal, su sonrisa es la misma y tiene el mismo porte tan elegante que siempre la distinguió.
Me recibió con besos y me invitó a pasar. En poco segundos de compartir con ella, mi estado de ánimo fue cambiando, era como si ella y su casa transmitieran paz. Entre recuerdos, comenzamos la entrevista, no sin antes observar las pocas fotos que le quedaban de sus tiempos mozos, cuando su belleza y su deliciosa comida se apoderaba de las pantallas.
¿COMO INICIó EN LA TELEVISIóN?
"La vida da muchas vueltas", aseguró Rosa, nombre de pila, pero dice que sólo sus enemigos la llaman así, ya que ella para todos es Rosita.
De Puerto Armuelles, Chiriquí, es esta gran mujer, que empezó su vida en la televisión por pura casualidad. Nos confesó que era azafata de productos y un día le propusieron realizar un programa que le enseñara a las mujeres a usar los artefactos de cocina elaborando algún plato. Ella no sabía nada de cocina, sólo tenía los recuerdos del pequeño restaurante que tuvo su mamá.
Allí empezó su historia. La enviaron a varios países a tomar cursos hasta que se hizo toda una profesional, pero fue clara al asegurar que no se lleva con la comida gourmet, pues ella prefiere lo sencillo, lo que las personas puedan realizar en su residencia y sin tantas complicaciones.
Al regresar a Panamá, tenía un programa con pocos minutos en Canal 2. Luego de un tiempo, el programa cambió a Canal 5; pero como los cambios nunca faltaron y retornó a Canal 2 con el nombre que todos recuerdan: "Cocinemos con Rosita". Relata que no recuerda la fecha exacta en que entró a la televisión, pero sabe que duró 25 años consecutivos y lleva 15 en RPC radio, después de las noticias y antes de Cantinflas.
EXPERIENCIAS INOLVIDABLES
Por minutos nos olvidamos de la entrevista para robarle un par de trucos en la cocina, un poco de esto un poco de lo otro. Aunque jamás perdimos el hilo de nada, en medio de tanta conversa recordó una de las experiencias más fuertes y a la vez divertidas. Dice que en la época que se usaba peluca, ella se encontraba grabando en vivo el programa. Luego, en un pequeño incidente, le subió el fuego y se le quemó la peluca y en una reacción inmediata mandó el programa a comerciales. Ella pensó que nadie se había dado cuenta, pero después un chico le dijo: "Oiga se le quemó la peluca".
Esta es sólo una del sinfín de historias que guarda en su memoria, pues recuerda que cocinó junto grandes artistas como Tatum, con quien se tomó fotos y todo.
Y qué decir de su acompañante, Andrea. Recuerda que nunca le gustó tratarla como una empleada, siempre que podía hacía sus cosas sola, evitaba llamarla lo menos posible.
¿Y QUE HAY DE LA COMPETENCIA?
Como recordarán, un tiempo después del programa de una de las únicas panameñas en esa época en la televisión, salió la cubana Berta de Peláez, quien también tenía un programa de cocina junto a su ayudante María, ¿cómo olvidarla? Según Rosita, Berta nunca fue su competencia, ya que tenían horarios distintos. Dice que casi siempre competían, pero con las novelas.
Asegura que nunca fue muy apegada a Berta, se conocían, se hablaban, pero hasta ahí, nos confesó que hace años no la ve.
UNA MUJER DEDICADA A SU FAMILIA
Aunque no parezca, esta pequeña mujer es tan fuerte como un roble. Cuando inició en la televisión era una madre soltera, que con esfuerzo y mucho sacrificio estaba sacando a sus tres hijos adelante.
En medio de los constantes viajes, le tocaba buscar quien le cuidará a los niños, que ahora son también unos padres de familia y hasta abuelos.
Con los ojos brillantes y tono de orgullo en su voz, nos habló de su familia, "tengo dos niñas y un varón. Seis nietos y un bisnieto", comentó.
Para esta señora, cuando los hombres cocinan la familia se une, ya que esta experiencia jamás es olvidada por los hijos. Expresa que la cocina debe ser un momento familiar, donde todos cooperen y la pasen bien.
En su familia al que más le gusta cocinar es a su hijo.
¿A QUE SE DEDICA?
Después del noticiero de RPC radio y antes de Cantinflas, es el espacio de Rosita Córdoba desde hace 15 años en esta emisora, donde día tras día le brinda recetas sencillas a sus oyentes, que sólo desean cautivar con la comida.
Además de hablar de recetas en la radio, también utiliza su voz para evangelizar en Radio María y en Radio Hogar, nos confesó que desde hace años ha dedicado su vida a las misiones y a ayudar al prójimo que tanto lo necesitan.
Nos contó que hace dos años le propusieron volver a la televisión, pero no se siente con ganas de volver, la verdad, "le da miedo".
ENTRE LIBROS
Siempre soñé con escribir un libro, pero no se pudo terminar; antes hicimos unos fascículos, de los cuales salieron cuatro. Quería un libro más completo que éste, pero en el primer intento se me dañó la computadora, respondió con una mirada sincera y dulce sonrisa que no dejaba de agradecerle a Dios.
Cuántos años han pasado desde que la dejamos de ver, ya no es la misma; ¡quizás ni la reconozcan!... ¿Usted es ella? le pregunté al observar la fotografía del fascículo.
Cabellos dorados y una dulce piel tersa que denotan experiencia, amor y paciencia fue lo que nos reflejaba, mientras conversaba sobre su primer libro de cocina "La Cocina clásica de Panamá", dirigido a las familias panameñas sin distinción de clase.
Hace cinco años salió este libro que ha ayudado a muchas inexpertas, como yo... me confieso, lo compré y la verdad me ha resultado un éxito.
Ahora, Rosita viene con la segunda versión de este libro, que tendrá la misma portada, el Puente de las Américas, pero con un tono más verde. Señala que le gusta el puente, ya que este unió al interior del país con la capital.
En su segundo libro, saldrán todas las recetas que se le quedaron en la primera edición.
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