Respetado. Con el pasar de los días, el canastero panameño Rubén Garcés gana mayor respeto en la Liga Profesional de Baloncesto argentino. El temor que ha implantado con sus rivales en la pintura, pone a decir a varios medios locales que “es mejor que no domine la zona pintada porque, de hacerlo, las cosas serían fatales para el oponente”.
El comentario surgió con relación al próximo partido de su quinteto, el Sionista, que chocará mañana con las Antenas de Córdoba.