Yaribeth Rodríguez, de 7 años, es estudiante de primer grado de la Escuela de Miraflores, en el Tambo de Penonomé. Su índice académico es excelente, pero padece una extraña enfermedad, que paulatinamente le está ocasionando la pérdida de la visión.

Su madre, Rosalides Rodríguez, pide ayuda a las autoridades para el tratamiento de la infante, que es sumamente caro, además, necesita comprarle unos anteojos.

Los tratamientos de la menor se practican en el Hospital Aquilino Tejeira de la ciudad de Penonomé, a lo que también se le suma el costo del transporte.