No hay tiempo para más. La hora de la verdad llegó.
La selección Sub-17 de Panamá tendrá que fajarse fuerte y mostrar de salida sus verdaderas aspiraciones de cara al Mundial de Corea 2007, cuando enfrente a un inspirado equipo de Costa Rica en el estadio Cuscatlán de San Salvador.
En el campamento panameño, hay alegría y ganas de jugar. Jugadores y técnicos coinciden en que se trata de un partido difícil, pero hay que tratar de conseguir los tres puntos.
El elenco nacional reconoció ayer la cancha del estadio Cuscatlán a las 11: 00 a.m., hora local (12: 00 p.m. de Panamá), y tras la inspección, el técnico Julio César Dely Valdés manifestó que la cancha está un poco dura, aunque advirtió que "eso no será excusa para que la selección nacional no pueda desplegar un buen fútbol".
Hay jugadores que tienen sus puestos asegurados, como es el caso de Luis "Manotas" Mejía en la portería; el capitán Alberto Quesada en la defensa; Aníbal Godoy y Juan Degracia en la contención, y Javier "Javi" De La Rosa en la delantera.
"PANAS" OPTIMISTAS Y SEGUROS
Los juveniles panameños saben de la responsabilidad que tienen por el país, y están dispuestos a morir en la cancha si es posible para conseguir su objetivo.
Ayer, en el estadio Monumental Cuscatlán de San Salvador, los chicos cantaron, se hicieron bromas y manifestaron su confianza en que todo saldrá bien esta noche.
HABLA EL RIVAL
El técnico de Costa Rica, Manuel Gerardo Ureña, dijo ayer a EPASA que el partido será muy difícil, porque Panamá tiene buenos jugadores.
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