La "Margaritamanía" sigue en su apogeo y para contagiar a los interioranos de lo que han sentido los capitalinos, ayer se trasladó a La Villa de Los Santos. Bueno, quiero que lean bien lo que les contaré, porque nosotros quedamos tan sorprendidos como muchas de las caras de Medcom y fans de la la nueva ídolo Latinoamericana.

Amigochis, desde que las manecillas del reloj marcaron las 9:30 a.m., niños, jóvenes y adultos llegaban para aguardar afuera de las instalaciones de MEDCOM y esperar que Margarita hiciera su aparición.

El precio era caro para ver a la Idol, pues la mañana estaba super soleada y muchos buscaban refugio porque no había ningún lugar para ocultarse de los rayos del sol. Como la espera era larga, algunos optaron por darse por vencidos y hasta se retiraron antes de que llegara la artista. No es cuento, fue una lástima.

No podíamos perdernos los pormenores para contárselos, por lo que también nos aguantamos el "solazo", como decimos en buen panameño. Poco a poco la desesperación se apoderó de los presentes y fuimos escuchando frases como: ¿por qué tanta demora, ya son las 11:20 a.m., y no ha llegado? ¡Se dijo que llegaba aquí a las 10: 30 a.m.!

El reloj marcaba cinco minutos más y otros comentaban que esta vez no se organizaron como debían, pues no tenían nada para divertir a los que esperaban a la santeña, ni siquiera una unidad móvil.

¡Ay madre! La espera cada vez era más grande y de repente el sonido de un tamborito se escuchó. Era interpretado por Víctor Ballestero y sus amigos en los estacionamientos de MEDCOM, pero qué creen, afuera el poco público seguía con ganas de más y por qué no decirlo, hasta aburridos.

TRISTE MOMENTO

Todo se hizo más triste cuando a la 1:20 p.m., el sonido de las sirenas daba aviso de que se acercaba Margarita y los que estaban cerca corrían para ver a su ídolo. Pero, pero... (como diría Paulette) ¿a que no adivinan qué pasó? La santeña no pudo ni bajarse del vehículo para saludar a sus fanáticos que la esperaban.

Sí, eso sucedió, muchos niños se quedaron con las ganas de un saludo y por qué no, hasta de un beso. Imagínense que se tuvieron que conformar con verla pasar y saludarla desde lejos.

¡Ah! Y para rematar, les tengo que decir que la "caravana" pasó por Medcom con dos carros de la Autoridad del Tránsito, el auto del programa Así es mi tierra, en el que iba Margarita con los de la producción de LAI y otro donde iba la familia de la santeña. ¡Qué organización!