Le encantaría tener un par de zapatos y una muda de ropa nueva. Además, una estufa para que su mamá deje a un lado el fogón. (Foto: JESÚS SIMMONS / EPASA)
Jesús Simmons
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Nunca ha tenido un par de zapatos. En la comunidad de Aguacate Arriba, en Capira, vive Adain Gómez, de 30 años, quien nació con malformaciones en las piernas que le impiden caminar con normalidad.
A causa de este mal, Adain tiene la estatura de un niño de dos años y como no puede caminar, se arrastra para moverse de un lado a otro.
Además, es asmático y tampoco tuvo la oportunidad de ir a una escuela por la extrema pobreza en que vive junto a su madre y hermanos.
A pesar de todos los problemas, este inquieto joven no ha dejado que su discapacidad sea un impedimento en su vida.
Son esas ganas de vivir que lo han convertido a en todo un personaje de su comunidad, en donde es muy querido por sus vecinos y amigos.
Aunque parezca increíble, a este noble muchacho no le gusta depender de nadie, por lo que en el tiempo de la cosecha del guandú se gana B/1.00 por desgranar un tanque entero de este grano.
Por si fuera poco, le encanta jugar bingo, pescar, sembrar e ir a montear con sus amigos en las montañas de la comunidad. Pero lo que más lo apasiona es ver los partidos de fútbol por el televisor, pero como no tiene uno, le encantaría que algún alma caritativa se lo regalara, aunque sea de segunda.
Es tal la pobreza en que vive junto a su madre Pastora Herrera, que debe dormir en una cama que tiene un sobre de metal y como colchón un montón de ropa sucia. A pesar de sus problemas, se siente feliz de estar vivo.
LUZ
Como son tan humildes, la familia de Adain no ha podido instalar la energía eléctrica en su casa.