
Se les enseña a ponerle la ropita a los niños para que no hagan cicatrices.
Se les enseña a ponerle la ropita a los niños para que no hagan cicatrices.
Se les enseña a ponerle la ropita a los niños para que no hagan cicatrices.
Durante la jornada en capacitación
Foto: Cortesía
Se les enseña a ponerle la ropita a los niños para que no hagan cicatrices.
Durante la jornada en capacitación
Foto: Cortesía
Se les enseña a ponerle la ropita a los niños para que no hagan cicatrices.
Durante la jornada en capacitación
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Se les enseña a ponerle la ropita a los niños para que no hagan cicatrices.
Durante la jornada en capacitación
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Se les enseña a ponerle la ropita a los niños para que no hagan cicatrices.
Durante la jornada en capacitación
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Recientemente se realizó una capacitación en la región centroamericana al personal que labora en la unidad de quemados en los centros hospitalarios de sus países. El Programa de Capacitación para la Rehabilitación de Víctimas por Quemaduras, con Énfasis en la Confección de Ropa Compresiva, fue impartido por el Centro de Rehabilitación Sunshine Social Welfare Fountation (SSWF) de la República de China, Taiwán. La sede fue la Unidad de Quemados de APROQUEN en Nicaragua.
Esta capacitación regional fue ofrecida con un método de entrenamiento personal y especializado; se facilitó un docente taiwanés por cada participante, y estuvo dirigida a costureras, para que se especialicen en la elaboración de ropa compresiva.
Una de las beneficiadas fue Idalia Rosas, quien confecciona la ropa de la Unidad de Quemados del Hospital del Niño de Panamá, y quien durante un mes estuvo recibiendo entrenamiento en Nicaragua con la costurera de APROQUEN, preparándose para recibir el taller con la Fundación Sunshine de Taiwán.
“Esto ha sido maravilloso, yo no sabía nada de esto y ahora estoy muy emocionada porque he aprendido a hacer los vestiditos de los niños quemados”, expresó Rosas.
Ropa especial para rehabilitación
Los sobrevivientes de quemaduras deben usar prendas de presión 23 horas al día, durante al menos 12 a 18 meses, pues el uso y presión continua de la prenda previene el engrosamiento y deformación de las cicatrices, reduciendo así el número de cirugías reconstructivas. No llevar prendas de presión, o el uso de prendas de mala calidad, genera crecimiento descontrolado de las cicatrices, contracturas, pérdida de la función y la deformidad, lo cual debe ser corregido con cirugía.
La ropa es costosa
En esta capacitación participó una costurera de cada país de la región. Cada una de ellas labora en organizaciones homólogas de APROQUEN, que desde hace nueve años empezó la confección artesanal de este tipo de vestimenta especial para quemados, habiendo confeccionado desde entonces más de 25 mil piezas de ropa compresiva.
Por la importancia en la rehabilitación y el costo económico, todas las organizaciones homólogas de Centroamérica han visto la necesidad de tener una costurera en sus salas de quemados. Por ejemplo, un guante compresivo cuesta 100 dólares más envío, mas impuestos; un costo imposible de pagar para la mayoría de los pacientes, pues provienen de hogares de escasos recursos.