Un inmigrante de Mali descansa escondido, en un bosque en la provincia marroquí de Nador, cerca de la frontera con la ciudad autónoma de Melilla. Ante la presión de las autoridades marroquíes, los inmigrantes subsaharianos pasan el día, escondidos en los bosques esperando la oportunidad para saltar la valla y cruzar a Melilla.
|