Una pandemia de gripe, derivada de una mutación del virus de la gripe aviaria, no se podrá evitar y podría causar al menos 50.000 muertos en el Reino Unido, estimó el director general de Sanidad británico, Liam Donaldson. "Dado que este virus se combinará con un virus de la gripe humana, se convertirá fácilmente transmisible de un humano al otro", precisó.
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